25 de octubre
Si
no sientes la lucha entre el bien y el mal estás anestesiado, alerta el Papa
Evangelizar
la Amazonía es más importante que debatir el celibato, dice obispo
El
Papa Francisco pide a religiosos ser hombres de esperanza
El
Papa pide perdón a quienes se ofendieron por robo de imágenes de la pachamama
26 de octubre
La
oración hace milagros, asegura el Papa Francisco
El
Papa pide prestar atención a diagnósticos del Sínodo y no “a las cositas”
Papa
Francisco critica a las “élites católicas”
Los
3 temas controvertidos del Sínodo: Sacerdotes casados, diaconisas y rito
amazónico
Discurso
final del Papa Francisco en el Sínodo de la Amazonía
Documento
final del Sínodo emplea “lenguaje inclusivo”
Sínodo:
Documento final propone nuevas opciones pastorales y estructuras burocráticas
27 de octubre
Homilía
del Papa Francisco en la Misa de clausura del Sínodo de la Amazonía
El
Papa Francisco advierte del peligro de la “religión del yo”
Papa
Francisco confía a la Virgen María los frutos del Sínodo de la Amazonía
25 de octubre
Si no sientes la lucha entre el bien y el mal estás
anestesiado, alerta el Papa
En su homilía de la Misa celebrada en la
Casa Santa Marta de este 25 de octubre, el Papa Francisco reconoció que existe
la lucha interior entre el bien y el mal y dijo a quien no la percibe que está
“anestesiado”.
“Es una lucha entre el bien y el mal; pero
no un bien abstracto y un mal abstracto: entre el bien para hacer que el
Espíritu Santo nos inspira y el mal para hacer que nos inspira el mal espíritu.
Es una lucha. Es una lucha de todos nosotros. Si alguno de nosotros dijera: Yo
no siento esto, yo soy un beato, vivo tranquilo, en paz, no siento..., yo le
diría: No eres beato, eres un anestesiado, que no entiende lo que sucede”.
En esta línea, el Santo Padre animó a pedir
al Señor “la luz” para “conocer bien” lo que sucede dentro de nosotros.
El Pontífice se refirió a esta lucha
interior al reflexionar sobre la primera lectura de la liturgia del día
contenida en la Carta de San Pablo a los romanos quien relata la “continua”
lucha interior del apóstol entre “el deseo de hacer el bien” y el no ser capaz
de “realizarlo”, una verdadera “guerra” que está “dentro de él”.
Al respecto, el Papa Francisco destacó que
se trata de una lucha cotidiana hasta el final y recordó a los mártires quienes
“han tenido que luchar hasta el final para mantener la fe” así como también los
santos, como Santa Teresita del Niño Jesús, para quien “la lucha más dura fue
en el momento final” cuando sentía “el mal espíritu”.
Por ello, el Santo Padre alentó a hacer
examen de conciencia.
“Muchas veces nosotros cristianos ocupados
con muchas cosas, incluso con buenas; pero ¿qué pasa dentro de ti? ¿quién te
inspira esto? ¿cuál es tu tendencia espiritual de esto? ¿quién te lleva a hacer
esto? Nuestra vida suele ser como una vida en la calle: vamos por el camino de
la vida… cuando vamos a la calle, solo miramos las cosas que nos interesan; las
otras, no las miramos”, afirmó.
En este sentido, el Papa explicó que la lucha
es siempre “entre la gracia y el pecado, entre el Señor que quiere salvarnos y
apartarnos de esa tentación y el mal espíritu” por lo que exhortó a reflexionar
si nuestras decisiones están inspiradas por el Señor o dictadas por nuestro
“egoísmo” por el “diablo”.
Finalmente, el Papa advirtió que “es
importante conocer qué sucede dentro de nosotros. Es importante vivir un poco
dentro y no dejar que nuestra alma sea un camino en donde pasan todos”, y
ofreció un consejo concreto para evitarlo: “antes de terminar el día, tómate
dos – tres minutos” para preguntarte “¿qué pasó hoy importante dentro de mi?”
porque “en ocasiones, con esa alma habladora que todos tenemos, sabemos lo que
sucede en el vecindario, qué sucede en la casa de los vecinos, pero no sabemos
qué sucede dentro de nosotros”.
Lectura comentada por el Papa Francisco:
Romanos
7:18-25
18.
Pues bien sé yo que nada bueno
habita en mí, es decir, en mi carne; en efecto, querer el bien lo tengo a mi
alcance, mas no el realizarlo,
19.
puesto que no hago el bien que
quiero, sino que obro el mal que no quiero.
20.
Y, si hago lo que no quiero, no
soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí.
21.
Descubro, pues, esta ley: aun
queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presenta.
22.
Pues me complazco en la ley de
Dios según el hombre interior,
23.
pero advierto otra ley en mis
miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado
que está en mis miembros.
24.
¡Pobre de mí! ¿Quién me librará
de este cuerpo que me lleva a la muerte?
25.
¡Gracias sean dadas a Dios por
Jesucristo nuestro Señor! Así pues, soy yo mismo quien con la razón sirve a la
ley de Dios, mas con la carne, a la ley del pecado.
Evangelizar la Amazonía es más importante que
debatir el celibato, dice obispo
Mons. Waldo Barrionuevo, Vicario Apostólico
de Reyes (Bolivia) y Padre Sinodal del Sínodo de la Amazonía, que se celebra en
Roma hasta el próximo domingo 27 de octubre, afirmó que “la profundización de
la evangelización del pueblo de Dios” es más importante que el debate sobre la ordenación
de los llamados viri probati, hombres casados de probada virtud
“Podríamos tener muchos sacerdotes, también
casados, pero si resulta que no hay comunidad que tenga posibilidad de
participar activa y plenamente en la Eucaristía, tendremos muchas Eucaristías
celebradas pero pocas participadas”, dijo el Prelado en entrevista concedida a
ACI Prensa.
El Vicariato de Reyes se sitúa al norte de
Bolivia. Según explicó Mons. Barrionuevo, “tenemos un poquito de frontera con
el Perú, cerca de Puerto Maldonado, y después con las otras diócesis: de Pando,
de Beni, de Coroico y La Paz. Son 60 mil kilómetros cuadrados y ahí estamos
trabajando en la evangelización, viendo la manera de que el Reino de Dios se
haga presente en medio de la comunidad de los pueblos allá”.
Según señaló en la entrevista, su
aportación al Sínodo de los Obispos ha sido una “valoración de los laicos en el
proceso de evangelización. Es decir, ciertamente faltan sacerdotes, religiosas,
etcétera, pero no estamos teniendo en cuenta, y deberíamos tomar mucho más en
cuenta, el hecho de que los laicos tienen también un papel protagónico en la
evangelización”.
Los laicos “no son solamente receptores del
mensaje de Dios, sino que, como todo cristiano bautizado, son aquellos que
reciben, pero también que anunciaa. El apostolado de los laicos me parece muy
importante y eso puse en evidencia en mi intervención”.
En la entrevista, el Obispo defendió que
“el celibato sacerdotal es una gracia, en primer lugar, y creo que esa gracia
procede de una profunda evangelización que nos hace pertenecientes a la Iglesia
de Cristo y, al final, pienso que con una buena evangelización todas las
culturas podrían tener en el carisma de los sacerdotes el celibato”.
“Ciertamente en la Iglesia hay la
posibilidad, que no se ha desarrollado tanto, del diaconado permanente, y en
algunos casos en los que de verdad no hubiera posibilidad de que llegue un
sacerdote para la Eucaristía, se podría prever, porque lo dice el derecho
canónico, pedir al Papa que específicamente por una persona y por esas
circunstancias que sea dispensado del celibato para la recepción del orden
sagrado”.
En su opinión, la posible ordenación de
hombres casados no es un tema para un Sínodo regional, sino para un Sínodo
ordinario, es decir “un Sínodo que hable de los ministerios y de cómo organizar
todo ello”.
Sobre los retos de la evangelización
subrayó que “en la Amazonía estamos perfilando, por lo menos en este Sínodo,
más o menos las líneas generales”.
“Primero sería la pastoral. Como hemos
dicho, estamos haciendo la pastoral en toda la Amazonía, porque al final es
conjugar las culturas, el territorio, las etnias, la lucha entre lo que son
indígenas y lo que son colonizadores de otros lados que quieren entrar en la
Amazonía. Es decir, el respeto por estas culturas y la evangelización que
estamos ofreciendo allá”.
“Otro tema, claramente, es el problema
mundial del cambio climático y el sostenimiento de la vitalidad de nuestro
planeta. Quiérase o no, la Amazonía es parte muy importante del ecosistema
mundial y es necesario que tomemos conciencia, como Iglesia, que es parte de la
creación que el Señor nos ha encomendado. De alguna manera, tendremos que tomar
conciencia de que tenemos que ser cuidadosos con esa creación que el Señor nos
ha encomendado”, concluyó.
El Papa Francisco pide a religiosos ser hombres de
esperanza
El Papa Francisco pidió ser “hombres de
esperanza” a los participantes del Capítulo General de la Orden de los Siervos
de María. Así lo indicó el Santo Padre en un texto repartido entre los participantes
del Capítulo en la audiencia que les concedió este viernes 25 de octubre en una
sala cercana al Aula Pablo VI del Vaticano.
“Ser hombres de esperanza significa
cultivar el diálogo, la comunión y la fraternidad, que son perfiles de
santidad. De hecho, la santificación es un camino comunitario, que debe hacerse
de dos en dos. Así lo reflejan algunas comunidades santas”, explicó el Papa.
Además, el Pontífice señaló que ser hombres
de esperanza significa “encontrar la valentía de enfrentar los desafíos
actuales” y citó como ejemplo el “utilizar los medios de comunicación de manera
responsable”.
Los medios de comunicación, dijo el Papa,
“transmiten noticias positivas, pero también pueden destruir la dignidad de las
personas, debilitar el ímpetu espiritual, herir la vida fraterna. Se trata de
educarse para el uso evangélico de estas herramientas”.
Otro desafío destacado por el Santo Padre
fue la “multiculturalidad”. “No hay duda que las comunidades religiosas
católicas se han convertido en ‘laboratorios’ en este sentido, no sin problemas
y, sin embargo, ofrece a todos un signo claro del Reino de Dios, al que están
invitados todos los pueblos, a través del único Evangelio de salvación. No es
fácil vivir las diferencias humanas en armonía, pero es posible y es un motivo
de alegría si hacemos espacio para el Espíritu Santo”, señaló.
En esta línea, el Pontífice invitó a que
sus comunidades sean “signo de la fraternidad universal, escuela de acogida y
de integración, lugares de apertura y de relación”, porque “con este testimonio
ayudarán a tener lejos las divisiones, los prejuicios de superioridad o
inferioridad, los recintos culturales, étnicos, lingüísticos, los muros de
separación”.
“Sus comunidades serán así en la medida que
ustedes sean hombres de comunión, de fraternidad y de unidad, como lo fueron
sus fundadores”, dijo el Papa.
Por último, el Santo Padre rezó para que
“la Virgen María custodie siempre en ellos la alegría del Evangelio”, por lo
que bendijo a todos los hermanos de la Orden y las comunidades confiadas,
mientras que les pidió: “Por favor, recen por mí”.
El Papa pide perdón a quienes se ofendieron por
robo de imágenes de la pachamama
El Papa Francisco pidió perdón a quienes se
sintieron ofendidos por el robo de las imágenes amazónicas "de la
pachamama" que luego fueron lanzadas al río Tíber e indicó que estas
podrían estar presentes en la Basílica de San Pedro en la Misa de clausura del
Sínodo de la Amazonía el próximo 27 de octubre.
“Quisiera decirles una palabra sobre las
estatuas de la pachamama (madre tierra) que fueron tomadas de la iglesia en la
Traspontina, que estaban allí sin intención idólatra y fueron lanzadas al río
Tíber”, dijo el Santo Padre al concluir la 15 congregación general esta tarde
en el Aula del Sínodo, según informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
“Primero que todo esto ha sucedido en Roma
y como Obispo de la diócesis pido perdón a las personas que se han sentido
ofendidas por este gesto”, continuó.
El Papa explicó luego que las cinco
imágenes robadas y lanzadas al Tíber y “que han creado tanto clamor mediático”
fueron encontradas sin daños y ahora están “en la oficina del comandante de los
carabineros italianos”.
Finalmente el Santo Padre dijo que la
decisión de tener las imágenes en la Misa de clausura del Sínodo la delega al
Secretario de Estado para “que responda a esto”.
Las imágenes robadas y arrojadas al río
representan a una mujer embarazada desnuda que, según algunos sería “Nuestra
Señora de la Amazonía”, aunque otros han afirmado que es un símbolo de la fertilidad
y de la madre tierra o pachamama.
La imagen se vio por primera vez durante el
evento celebrado en los Jardines Vaticanos el 4 de octubre con motivo de la
festividad de San Francisco de Asís. Después de volvió a ver durante la
ceremonia de apertura del Sínodo y quedó instalada en la iglesia de Santa María
en Traspontina, donde diariamente se realizan los “Momentos de espiritualidad
amazónica”.
26 de octubre
La oración hace milagros, asegura el Papa Francisco
El Papa Francisco animó a tener fe en la
oración porque “la oración hace milagros” aunque, a veces, “no creemos en el
milagro de la oración, no creemos aquello que dice Jesús: ‘Pedid y se os dará’,
no creemos en el Padrenuestro que tiene tanta fuerza”.
El Santo Padre se expresó así en el discurso
que pronunció ayer viernes 25 de octubre ante los participantes en el Capítulo
General de la Orden de los Siervos de María, a los que recibió en el Palacio
Apostólico del Vaticano.
En su discurso, el Pontífice recordó a los
fundadores de la Orden, los conocidos como Siete Santos Fundadores. Eran estos
siete comerciantes de la ciudad de Florencia, durante el siglo XIII, unidos por
su amistad y por su devoción a la Virgen. Sus nombres eran Alessio Falconieri,
Amadio, Buonagiunta, Buonfiglio, Manetto, Uguccione y Sostegno.
Su devoción los llevó a abandonar sus
actividades comerciales y, después de vender sus bienes y repartir su dinero
entre los pobres, retirarse al Monte Senario a rezar y a hacer penitencia para
santificarse.
De hecho, la oración fue el tema principal
del discurso del Pontífice: “Ser siervos de la Virgen, de la esperanza, en un
tiempo que cambia es posible únicamente con la oración. Vuestros siete
fundadores, primero de todo, se retiraron a rezar. ¡Y rezaron bien!”.
“Mi recomendación es que no dejéis la
oración. Es el fundamento de vuestra vida. La oración es como pedir limosna a
la Virgen: ‘Ayúdame a ser un siervo fiel’. Esta oración es fecunda y os dará
vocaciones y muchas cosas. La oración es el instrumento que hace milagros”.
Sin embargo, “hay muchos incrédulos sobre
el poder de la oración. Y yo estoy tentado a decir (es una tentación, pero lo
digo igualmente) que muchas veces los mayores incrédulos somos nosotros, los
Obispos, lo sacerdotes, que no creemos en el milagro de la oración. No creemos
aquello que dice Jesús: ‘Pedid y se os dará’. No creemos en el Padrenuestro que
tiene tanta fuerza”.
Según el Papa Francisco, la oración está
estrechamente vinculada con la esperanza. Explicó que “si hay una persona que
no parecía que tuviese motivos de esperanza humana es la Virgen, con todas esas
cosas extrañas que sucedían en su vida: desde el nacimiento de Jesús, luego la
persecución y la fuga, luego el regreso, y ver al hijo que crecía en las
contradicciones… Pero Ella miraba adelante: era la Señora de la esperanza”.
“Hoy somos todos doctores en la falta de
esperanza. Siempre encontramos excusas para no tener esperanza, cuando
comenzamos a lamentarnos del mundo. Suceden cosas malas, pero no peores que
aquellas que sucedían en tiempos de la Virgen. Es lo mismo. El mundo ambia de
forma, pero la esclavitud, las guerras, las crueldades de aquel tiempo son las
mismas de hoy”.
Por ese motivo, “es necesario sembrar
esperanza, mirar adelante. La Virgen también nos enseña a sembrar esperanza.
Pensad en el Calvario, pensad en Pentecostés, cuando rezaba con los discípulos.
Es la Virgen de los dolores, y en el dolor, en la pobreza, en el despojo surge
la esperanza, se ve clara. Cuando uno está bien no es tan fácil expresar la
esperanza, para cuando surgen las dificultades surge la esperanza. Y Ella,
María, es una maestra, nos ha enseñado mucho”.
Por último, el Papa también recordó en su
discurso su etapa de estudiante en el Seminario de Villa Devoto, en Buenos
Aires, en el año 1957. “En aquel tiempo, había dos de vosotros que estudiaban
allí. No sé si hay alguno de ellos aquí. Luego los perdí de vista. El año 57,
hace ya 62 años. ¡Cómo se envejece en la vida! Fueron ellos quienes me contaron
la historia de Alessio Falconieri y de los otros seis, y yo me entusiasmé de
ese ejemplo de santidad”.
El Papa pide prestar atención a diagnósticos del
Sínodo y no “a las cositas”
En su mensaje conclusivo de los trabajos
del Sínodo de la Amazonía en el que criticó duramente a las “élites católicas”,
el Papa Francisco pidió prestar atención a los diagnósticos del Sínodo y “no a
las cositas”.
En el Aula del Sínodo este sábado 26 de
octubre, el Santo Padre abordó algunos de los temas que más han preocupado a la
atención pública, explicando que evalúa la creación de una comisión para seguir
investigando la posibilidad de ordenar diaconisas, la existencia de un rito
amazónico, pero no dejó claro el tema de la propuesta de ordenar hombres
casados, los llamados viri probati.
Sobre el tema de las diaconisas, el Papa
dijo que piensa en la posibilidad de “volver a llamar a la comisión o llamarla
con nuevos miembros para ver el tema del diaconado permanente”.
Francisco recordó luego que en mayo de este
año entregó a la Unión de Superioras Generales el resultado de la investigación
de la comisión que se creó en 2016 “y ahora cada uno de los teólogos está en su
línea investigando esto”.
‘Voy a procurar rehacer esto con la
Congregación para la Doctrina de la Fe y asumir nuevas personas en esta
comisión. Recojo el guante (letrero) que han puesto por ahí: ‘que seamos
escuchadas’”, indicó.
El Pontífice también agradeció a los medios
de comunicación “por el favor que nos hacen de difundir el Sínodo, Le pediría
un favor, que en la difusión que hagan del documento final se detengan en los
diagnósticos, que es la parte pesada, donde el Sínodo se expresó mejor. El
diagnóstico cultural, el diagnóstico social, el diagnóstico ecológico”.
El Papa advirtió luego del “peligro de
entretener en ver qué se decidió en esta cosa disciplinar, quién ganó, este partido
o el otro. Le pediría a los medios que no lo hagan”.
“Siempre hay un grupo de cristianos élite
que se meten en este tipo de resoluciones más disciplinares intraeclesiásticas
y hacen del mundo ganó este o el otro, ganamos todos. Que no se encierren en
esto”.
“Pensando en estas élites católicas y
cristianas a veces, pero sobre todo católicas que quieren ir a la cosita y se
olvidan de lo grande, fui buscar una frase de Péguy, trato de traducirla bien y
creo que nos puede ayudar, cuando describe estos grupos que quieren la cosita y
se olvidan de la cosa: ‘porque no tienen el coraje de estar con el mundo ellos
se creen de estar con Dios, porque no tienen el coraje de comprometerse en las
opciones del hombre, en las opciones de vida del hombre se creen de luchar por
Dios, porque no aman a ninguno se creen de amar a Dios’”, continuó el Santo
Padre.
“A mí me iluminó mucho no caer prisioneros
de estos grupos selectivos que del Sínodo van a querer ver qué se decidió sobre
este punto intraeclesiástico o sobre este otro y van a negar el cuerpo del
Sínodo que son los diagnósticos que hemos hecho en las cuatro dimensiones”,
dijo luego.
El Papa Francisco resaltó luego que “el
anuncio del Evangelio urge, urge. Pero que sea entendido, que sea asimilado,
que sea comprendido por esas culturas. Y se habló de laicos, de sacerdotes, de
diáconos permanentes, de religiosos y religiosas tienen que apuntar a ese
punto, y se habló de lo que hacen y fortalecer eso”.
“Se habló de nuevos ministerios inspirados
en el ministerio de Pablo VI, de creatividad en esto. Creatividad en los nuevos
ministerios y ver hasta dónde se puede llegar. Se habló de seminarios indígenas
y con mucha fuerza”, continuó.
“Yo agradezco la valentía que tuvo el
Cardenal O’Malley para esto porque nos puso el dedo en la llaga en algo que es
una verdadera injusticia social que no se les permite, de hecho, a los
aborígenes el camino seminarístico y el camino del sacerdocio, ¿no? Creatividad
en todo esto de los nuevos ministerios”, indicó luego.
Papa Francisco critica a las “élites católicas”
El Papa Francisco criticó duramente a las
“élites católicas” durante el discurso final que pronunció al concluir los
trabajos del Sínodo de la Amazonía.
“Siempre hay un grupo de cristianos élite
que le gusta meterse como si fuera universal en este tipo de diagnóstico, pero
pequeñitos, o en este tipo de resoluciones más disciplinares
intereclesiásticas, no digo intercolegiales, interclesiásticas, y hacer que el
mundo ganó tal sección, ganó tal otra (sic)”, dijo el Papa en el Aula del
Sínodo este 26 de octubre.
“No, ganamos todos con los diagnósticos que
hicimos y hasta donde llegamos en las cuestiones pastorales e
interclesiásticas, pero que no se encierren en eso”, continuó.
“Pensando hoy en estas élites católicas y
cristianas a veces, pero sobre todo católicos que quieren ir a la cosita y se
olvidan de lo grande, me acordé de una frase de Péguy y la fui a buscar, trato
de traducirla bien, creo que nos puede ayudar cuando describe estos grupos que
quieren la cosita y se olvidan de la cosa: ‘Porque no tienen el coraje de estar
con el mundo, ellos se creen de estar con Dios. Porque no tienen el coraje de
comprometerse en las opciones del hombre, en las opciones de vida del hombre,
se creen de luchar por Dios. Porque no aman con ninguno, se creen de amar a
Dios’”, dijo el Santo Padre. La Sala sinodal respondió a esta frase con un
largo aplauso.
El texto que citó, dijo Francisco, “me
iluminó mucho, No caer prisioneros de estos grupos selectivos que del Sínodo
van a querer ver qué se decidió sobre este punto intereclesiástico y sobre este
otro y van a negar el cuerpo del Sínodo que son los diagnósticos que hemos
hecho en las cuatro dimensiones”.
En diversas entrevistas, el Papa Francisco
ha criticado de distintas formas a grupos católicos de “élite”, pero esta es la
primera vez que lo hace formalmente.
Los 3 temas controvertidos del Sínodo: Sacerdotes
casados, diaconisas y rito amazónico
La Oficina de Prensa del Vaticano dio a
conocer el documento final del Sínodo de la Amazonía en el que los
participantes se pronuncian sobre tres temas controvertidos: la ordenación de
sacerdotes casados, las diaconisas y la posibilidad de crear un rito amazónico.
La propuesta de ordenar hombres casados
está contenida en el párrafo 111 del documento, que recibió 128 votos a favor y
41 en contra, con lo que se convirtió en el numeral que más desaprobaciones
recibió en todo el documento.
El párrafo se refiere a las dificultades
que tienen las comunidades en la Amazonía para acceder a la Eucaristía y
recuerda la enseñanza sobre el celibato de los Papas San Pablo VI y San Juan
Pablo II.
“Considerando que la legítima diversidad no
daña la comunión y la unidad de la Iglesia, sino que la manifiesta y sirve (LG
13; OE 6) lo que da testimonio de la pluralidad de ritos y disciplinas
existentes, proponemos establecer criterios y disposiciones de parte de la
autoridad competente, en el marco de la Lumen Gentium 26, de ordenar sacerdotes
a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado
permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado,
pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la
vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la
celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica.
A este respecto, algunos se pronunciaron por un abordaje universal del tema”,
indica el texto.
La propuesta para estudiar la posibilidad
de ordenar diaconisas está en el párrafo 103, que tuvo 137 votos a favor y 30
en contra, con lo que se constituye como el segundo numeral que más
desaprobaciones recibió.
El texto señala que “en las múltiples
consultas realizadas en el espacio amazónico, se reconoció y se recalcó el
papel fundamental de las mujeres religiosas y laicas en la Iglesia de la
Amazonía y sus comunidades, dados los múltiples servicios que ellas brindan. En
un alto número de dichas consultas, se solicitó el diaconado permanente para la
mujer. Por esta razón el tema estuvo también muy presente en el Sínodo”.
“Ya en 2016, el Papa Francisco había creado
una ‘Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las Mujeres’ que, como Comisión,
llegó a un resultado parcial sobre cómo era la realidad del diaconado de las
mujeres en los primeros siglos de la Iglesia y sus implicaciones hoy. Por lo
tanto, nos gustaría compartir nuestras experiencias y reflexiones con la
Comisión y esperamos sus resultados”, agrega.
En cuanto a la posibilidad de crear un rito
amazónico, la propuesta está en el párrafo 119, que recibió 140 votos a favor y
29 en contra, siendo así el tercer numeral que más desaprobaciones tuvo en todo
el documento.
El numeral señala que “el nuevo organismo
de la Iglesia en la Amazonía debe constituir una comisión competente para
estudiar y dialogar, según usos y costumbres de los pueblos ancestrales, la
elaboración de un rito amazónico, que exprese el patrimonio litúrgico,
teológico, disciplinario y espiritual amazónico, con especial referencia a lo
que la Lumen Gentium afirma para las Iglesias orientales (cf. LG 23)”.
“Esto se sumaría a los ritos ya presentes
en la Iglesia, enriqueciendo la obra de evangelización, la capacidad de
expresar la fe en una cultura propia y el sentido de descentralización y de
colegialidad que puede expresar la catolicidad de la Iglesia. También podría
estudiar y proponer cómo enriquecer ritos eclesiales con el modo en que estos
pueblos cuidan su territorio y se relacionan con sus aguas”, agrega.
Discurso final del Papa Francisco en el Sínodo de
la Amazonía
El Papa Francisco pronunció, este sábado 26
de octubre, en el Aula Sinodal del Vaticano, el discurso conclusivo del Sínodo
de la Amazonía en el que destacó las cuatro dimensiones desarrolladas por los
padres sinodales: la cultural, la ecológica, la social y la pastoral.
A continuación, el texto completo del
discurso del Papa Francisco:
Primero de todo quiero agradecer a todos
ustedes que han dado este testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda, de
buscar poner en práctica este espíritu sinodal que estamos aprendiendo todavía
a fijar y que todavía no atinamos a completarlo, pero estamos en el buen
camino, estamos en un buen camino, y estamos entendiendo cada vez más qué es
esto de caminar juntos, y estamos entendiendo qué significa discernir, qué
significa escuchar, qué significa incorporar la rica tradición de la Iglesia a
los momentos coyunturales.
Alguno piensa que la tradición es un museo
de cosas viejas. A mí me gusta repetir aquello que Gustav Mahler decía: ‘La
tradición es la salvaguarda del futuro y no la custodia de las cenizas’. Es como
la raíz de la cual viene la savia que hace crecer el árbol para que de frutos.
Tomar eso y hacerlo andar adelante como concebían los primeros padres lo que
era la tradición. Recibir y caminar en un mismo sentido. Con esa triple
dimensión tan linda de Vicente de (…) ya en el siglo IX. Gracias por todo esto.
Uno de los temas que se han votado, que
tuvieron mayoría, tres temas tuvieron mayoría para el próximo sínodo, es el de
la sinodalidad. Yo no sé si será elegido ese o no, todavía no me he decidido,
estoy reflexionando y pensando. Pero ciertamente puedo decir que hemos caminado
mucho y tenemos que caminar más en este camino de la sinodalidad. Muchas
gracias a ustedes por esta compañía.
En la Exhortación Postsinodal que, no es
obligatorio que el Papa lo haga, lo más probable…, no, perdón, lo más fácil
sería: ‘Bueno, acá está el documento, vean ustedes’. De todas maneras, una
palabra del Papa de lo que ha vivido en el Sínodo puede hacer bien. Yo quisiera
hacerla antes de fin de año de tal manera que no pase mucho tiempo. Todo
depende del tiempo que tenga para pensar.
Hablamos de cuatro dimensiones. La
dimensión cultural, la hemos trabajado. Hablamos de inculturación, de
valoración de la cultura, eso con una fuerza muy grande, y yo quedo contento
con lo que se ha dicho al respecto, que está dentro de la tradición de la
Iglesia. La inculturación…, ya Puebla había abierto esa puerta, por nombrar lo
más cercano.
Segundo, la dimensión ecológica, que quiero
acá rendir homenaje a uno de los pioneros de esta conciencia dentro de la
Iglesia, que es el Patriarca Bartolomeo de Constantinopla. Fue de los primeros
que abrieron camino para crear esta conciencia, y después de él tantos lo han
seguido y con esa inquietud y cada vez con aceleración de progresión geométrica
del equipo de París y siguiendo los demás encuentros, ahí nació la Laudato si’
como una inspiración en la que trabajó tanta gente, trabajó tanta gente:
trabajaron teólogos, científicos, pastoralistas… Bueno, esta conciencia
ecológica que va adelante y que hoy nos denuncia un camino de explotación
compulsiva, de destrucción en la cual la Amazonia es uno de los puntos más
importantes de esto. Es un símbolo, yo diría, de dimensión ecológica en la que
se nos juega el futuro, ¿no es cierto?
En las manifestaciones hechas por los
jóvenes, ya sea en el movimiento de Greta o de otros, los chicos salían con el
cartel: ‘El futuro es nuestro’. Es decir, no decía ‘ustedes por nuestro
futuro’. Es nuestro. Ya la conciencia del peligro ecológico que hay con eso,
evidentemente no sólo en la Amazonía, el Congo es otro punto, otros sectores…
En mi patria está en el Chaco, en la zona del Impenetrable, que es pequeña,
pero también conocemos esto de alguna manera.
Junto con la dimensión ecológica está la
dimensión social de la cual hablamos, que ya no es sólo que se explota
salvajemente lo creado, la creación, sino las personas. Y en la Amazonia
aparecen todo tipo de injusticias, destrucciones de personas, explotación de
personas, a todo nivel, y destrucción de identidad cultural.
Me acuerdo que llegando a Puerto
Maldonado…, creo que lo dije esto, no me acuerdo…, en el aeropuerto no más, un
cartel donde la imagen de una chica muy linda, muy bonita: ‘Defendete o cuidate
de la trata’. Era la advertencia al turista que llega. La trata escucha, la
trata al más alto nivel de corrupción, de personas, a todo nivel. Y esto junto
con la destrucción de la identidad cultural, que es otro de los fenómenos que
ustedes han señalado muy bien en el documento. La identidad cultural cómo se
destruye.
Y la cuarta dimensión, que es la que
incluye todas y yo diría que es la principal, es la pastoral, la dimensión
pastoral. El anuncio del Evangelio urge, urge. Pero que sea entendido, que sea
asimilado, que sea comprendido por esas culturas. Y se habló de laicos, de
sacerdotes, de diáconos permanentes, de religiosos y religiosas tienen que
apuntar a ese punto, y se habló de lo que hacen y fortalecer eso.
Se habló de nuevos ministerios inspirados
en el ministerio (…) de Pablo VI, de creatividad en esto. Creatividad en los
nuevos ministerios y ver hasta dónde se puede llegar. Se habló de seminarios
indígenas y con mucha fuerza. Yo agradezco la valentía que tuvo el Cardenal
O’Malley para esto porque nos puso el dedo en la llaga en algo que es una
verdadera injusticia social que no se les permite, de hecho, a los aborígenes
el camino seminarístico y el camino del sacerdocio, ¿no? Creatividad en todo
esto de los nuevos ministerios.
Asumo el pedido de rellamar a la comisión,
o quizás abrirla con nuevos miembros para seguir estudiando cómo existía en la
Iglesia primitiva el diaconado permanente. Ustedes saben que llegaron a un
acuerdo entre todos que no era claro. Yo entregué eso a las religiosas, a la
Unión General de Religiosas, que fue la que me pidió hacer la investigación, se
lo entregué y ahora cada uno de los teólogos está con su línea buscando,
investigando en eso. Yo voy a procurar rehacer esto con la Congregación para la
Doctrina de la Fe y asumir nuevas personas en esta comisión y recojo el guante
del ‘que seamos escuchadas’, recojo el guante.
Me parecieron algunas cosas que hay que
reformar. La iglesia siempre tiene que ir reformándose. La formación sacerdotal
en el país. Algunos países…, oír, decir…, en un grupo se dijo, acá se dijo una
vez, que yo haya escuchado, que se notaba cierta falta de celo apostólico en el
clero de la zona no amazónica respecto a la amazónica.
Con el Cardenal Filoni hemos tenido
dificultades cuando una congregación religiosa dijo de encontrar sacerdotes de
ese país que tomen el Vicariato. ‘Claro, yo no soy para eso’. Bueno, eso hay
que reformarlo. La formación sacerdotal en el país que es universal y que hay
una responsabilidad de hacerse cargo de todos los problemas de ese país
geográfico, de esa Conferencia Episcopal. Pero reformar eso que no existe la
falta de celo.
Lo mismo algunos, recuerdo dos, señalaron
el tema que quizás no se vea la falta de celo tan fuerte, perdón, haya falta de
celo…, fuerte o no, en jóvenes religiosos, como una cosa que hay que tener en
cuenta. Los jóvenes religiosos tienen una vocación muy grande y hay que
formarlos en el celo apostólico para ir a las fronteras.
Sería bueno que en el plan de formación de
los religiosos existiera una experiencia de un año o más en regiones
limítrofes. Lo mismo, y esto es una sugerencia que he recibido por escrito,
pero la digo, que en el servicio diplomático de la Santa Sede, en el currículum
del Servicio Diplomático, los jóvenes sacerdotes al menos pasen un año en
tierra de misión, pero no haciendo el tirocinio en la nunciatura como se hace,
y es muy útil, sino simplemente al servicio de un Obispo en un lugar de misión.
Eso será estudiado, pero también es una
reforma… Y la redistribución del clero en el mismo país. Se dijo, refiriéndose
a una situación, que hay una cantidad grande de sacerdotes de ese país en el
primer mundo, léase Estados Unidos, Europa, etcétera, y no hay para mandar a la
zona amazónica de ese país. Eso habrá que evaluarlo para estar de acuerdo los
fidei donum interesados.
Es verdad que, a veces, eso me pasó a mí
siendo Obispo en otra diócesis, ‘te viene uno que vos mandaste a estudiar y se
enamoró del lugar, y quedó en el lugar con todo lo que ofrece el primer mundo y
no te quiere volver a la diócesis’. Y claro, uno por salvar la vocación cede,
pero en ese punto…, tener mucho cuidado y no favorecer…
Agradezco los verdaderos sacerdotes fidei
donum que vienen a Europa de África, de Asia y de América, pero los que son
fidei donum, que devuelven aquel fidei donum que hizo Europa para con ellos.
Pero es un peligro los que vienen y se quedan. Voy a decir una cosa muy triste,
un Obispo de Italia que tiene tres de estos que se quedaron y que no le van a
celebrar una Misa a los pueblitos de la montaña si antes no les llega la
oferta. Esto es histórico de acá, de ahora. Entonces, estemos alerta con eso y
seamos valientes en hacer esas reformas de redistribución del clero en el mismo
país.
Un punto aparte pastoral fue el de la
mujer. Evidentemente la mujer, lo que se dice en el documento queda corto en lo
que es la mujer…, en la transmisión de la fe, en conservar la cultura… Quisiera
solamente subrayar esto: que todavía no nos hemos caído en la cuenta de lo que
significa la mujer en la Iglesia. Y por ahí nos quedamos solamente en la parte
funcional, que es importante, que tienen que estar en los consejos, todo lo que
se dijo, eso sí. Pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de
la funcionalidad, y eso es lo que hay que seguir trabajando.
Después se habló de reorganizaciones. Se
hace al final del documento, y vi que, a algunos, por los votos, no les
parecía, organismos de servicio siguiendo la REPAM. Hacer una especie…, no sé,
que la REPAM tenga más consistencia, una especia de cara amazónica…, no sé, de
progresar en la organización, progresar en las semi conferencias episcopales. O
sea, hay Conferencia Episcopal del país, pero también hay una semi Conferencia
Episcopal parcial de una zona. Eso se hace en todos lados. Acá en Italia está
la Conferencia Episcopal Lombarda. Hay países que tiene Conferencias Episcopales
sectoriales. Por qué no los países que tienen Amazonia, hacer pequeñas
Conferencias Episcopales Amazónicas que pertenecen a la general, pero trabajan
su trabajo. Ir organizando esa estructura tipo REPAM, tipo CELAM Amazónico. Ir
abriendo.
Se habló de una reforma ritual, abrirse a
los ritos, eso está dentro de las competencias de la Congregación para el Culto
Divino y puede hacerlo siguiendo los criterios y eso sé que lo pueden hacer muy
bien y hacer las propuestas necesarias que la inculturación pide, pero siempre
jueguen al desborde, siempre más allá, ¿no es cierto? No sólo organización
ritual, organización de otro tipo, no sé, lo que vaya inspirando el Señor.
De las 23 Iglesias con rito propio, que se
mencionaron en el documento, que fueron saliendo al menos en el pre documento,
creo que al menos 18 sino 19 son además Iglesias sui iuris, que empezaron de
chiquito, ir armando tradiciones hasta donde el Señor nos lleve, no tenerles
miedo a las organizaciones que custodian una vida especial, siempre con ayuda
de la Santa Madre Iglesia, madre de todos, que nos va guiando en este camino
para no separarnos. No les tengan miedo.
Respecto a la organización de la Curia
Romana, una contribución, me parece que hay que hacerlo, y yo hablaré ya cómo
hacerlo con el Cardenal Turkson, habría una sección amazónica dentro del
Dicasterio de la Promoción del Desarrollo Humano Integral, de tal manera que,
como no tienen trabajo, les voy a…
Quiero, además de agradecerles a ustedes,
que ya lo hice, agradecer a todos los que trabajaron fuera, sobre todo de esta
sala. Bueno, a los secretarios que han ayudado a que…, a la secretaría
escondida, a los medios, a los equipos de difusión, a los que prepararon los
encuentros y las comunicaciones… A los grandes escondidos que hacen posible que
una cosa vaya adelante.
La famosa reggia que nos ha ayudado tanto.
A ellos un agradecimiento también. Incluyo a la presidencia de la Secretaría
General en agradecimiento con todo.
Y un agradecimiento a los medios de
comunicación, que yo pensé que iban a estar acá para escuchar la votación, como
es pública la votación…, por lo que han hecho. Gracias por este asunto, por
este favor que nos hacen al difundir al Sínodo.
Yo les pediría un favor, que en la difusión
que hagan del documento final se detengan sobre todo en los diagnósticos, que
es la parte pesada, que es la parte realmente donde el Sínodo se expresó mejor.
El diagnóstico cultural, el diagnóstico social, el diagnóstico pastoral y el
diagnóstico ecológico. Porque la sociedad tiene que hacerse cargo de esto.
El peligro puede ser que se entretengan,
quizás, es un peligro, no digo que lo hagan, pero la sociedad lo pide a veces
en…, a ver qué decidieron en esta cuestión disciplinar, qué decidieron en otra,
ganó este partido, perdió este. En pequeñas cosas disciplinares, que tienen su
trascendencia pero que no harían el bien que tiene que hacer este Sínodo: que
la sociedad se haga cargo del diagnóstico que nosotros hemos realizado en las 4
dimensiones.
Yo les pediría a los medios que lo hagan.
Siempre hay un grupo de cristianos elite que le gusta meterse como si fuera
universal en este tipo de diagnóstico, pero pequeñitos, o en este tipo de
resoluciones más disciplinares intereclesiásticas, no digo intereclesiales,
intereclesiásticas, y hacer que el mundo ganó tal sección, ganó tal otra. No,
ganamos todos con los diagnósticos que hicimos y hasta donde llegamos en las
cuestiones pastorales e interclesiásticas, pero que no se encierren en eso.
Pensando hoy en estas élites católicas y
cristianas a veces, pero sobre todo católicos que quieren ir a la cosita y se
olvidan de lo grande, me acordé de una frase de Péguy y la fui a buscar, trato
de traducirla bien, creo que nos puede ayudar cuando describe estos grupos que
quieren la cosita y se olvidan de la cosa: ‘Porque no tienen el coraje de estar
con el mundo, ellos se creen de estar con Dios. Porque no tienen el coraje de
comprometerse en las opciones del hombre, en las opciones de vida del hombre,
se creen de luchar por Dios. Porque no aman con ninguno, se creen de amar a
Dios’.
A mí me iluminó mucho. No caer prisioneros
de estos grupos selectivos que del Sínodo van a querer ver qué se decidió sobre
este punto intereclesiástico y sobre este otro y van a negar el cuerpo del
Sínodo que son los diagnósticos que hemos hecho en las cuatro dimensiones.
Gracias de corazón, perdónenme la
petulancia y recen por mí.
Documento final del Sínodo emplea “lenguaje
inclusivo”
Uno de los elementos que más llaman la
atención del documento final del Sínodo de la Amazonía, aprobado este sábado 26
de octubre en el Vaticano, es la inclusión del “lenguaje inclusivo”, lo que
supone un desdoblamiento innecesario del género de algunas palabras para, según
los partidarios de este tipo de lenguaje, no “discriminar” a las mujeres.
Este desdoblamiento de género se puede
encontrar nada más comenzar la lectura del documento final, en su punto
primero: “El clima fue de intercambio abierto, libre y respetuoso de los
obispos pastores en la Amazonía, misioneros y misioneras, laicos, laicas, y
representantes de los pueblos indígenas de la Amazonía”.
Poco más adelante, en el punto 3, se puede
leer un nuevo ejemplo: “El caminar sinodal del Pueblo de Dios en la etapa
preparatoria involucró a toda la Iglesia en el territorio, los Obispos,
misioneros y misioneras, miembros de las Iglesias de otras confesiones
cristianas, laicos y laicas, y muchos representantes de los pueblos indígenas,
en torno del documento de consulta que inspiró al Instrumentum Laboris” o
documento de trabajo.
Finalmente, se encuentra otro ejemplo en el
punto 39: “Los equipos misioneros itinerantes en la Amazonía, van tejiendo y
haciendo comunidad en el camino, ayudan a fortalecer la sinodalidad eclesial.
Pueden sumar varios carismas, instituciones y congregaciones, laicos y laicas,
religiosos y religiosas, sacerdotes”.
El lenguaje inclusivo ha sido siempre
problemático por su vinculación con la ideología de género, varias veces
condenada por el Papa Francisco, además de su imprecisión lingüística. Según la
Real Academia Española (RAE) el empleo del lenguaje inclusivo supone el uso de
“desdoblamientos innecesarios”.
Según explica la RAE en su sitio web, “este
tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista
lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la
posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a
todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los
ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto”.
En ese sentido, explica que “la actual
tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina
y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en
razones extralingüísticas”.
“Por tanto, deben evitarse estas
repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y
complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos”, prosigue.
Finalmente, la RAE sostiene que “es
incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con
independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del
conjunto”.
“Así, ‘los alumnos’ es la única forma
correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea
superior al de alumnos varones”, concluye.
Sínodo: Documento final propone nuevas opciones
pastorales y estructuras burocráticas
El documento final del Sínodo de la
Amazonía, dado a conocer este sábado 26 de octubre, propone nuevas opciones
pastorales y nuevas estructuras burocráticas.
El texto de 30 páginas y 120 puntos está
dividido en una introducción, cuatro capítulos y una breve conclusión. Los
capítulos corresponden a la conversión pastoral, cultural, ecológica y sinodal.
En la introducción, los participantes del
Sínodo hacen un diagnóstico general sobre la Amazonía y afirman que esta región
“hoy es una hermosura herida y deformada, un lugar de dolor y violencia. Los
atentados contra la naturaleza tienen consecuencias contra la vida de los
pueblos”.
“Esta única crisis socio-ambiental se
reflejó en las escuchas pre-sinodales que señalaron las siguientes amenazas
contra la vida: apropiación y privatización de bienes de la naturaleza, como la
misma agua; las concesiones madereras legales y el ingreso de madereras
ilegales; la caza y la pesca predatorias; los mega-proyectos no sostenibles
(hidroeléctricas, concesiones forestales, talas masivas, monocultivos,
carreteras, hidrovías, ferrocarriles y proyectos mineros y petroleros); la
contaminación ocasionada por la industria extractiva y los basureros de las
ciudades y, sobre todo, el cambio climático”, prosigue el texto en el párrafo o
numeral 10.
Estas, indica el documento, “son amenazas
reales que traen asociadas graves consecuencias sociales: enfermedades
derivadas de la contaminación, el narcotráfico, los grupos armados ilegales, el
alcoholismo, la violencia contra la mujer, la explotación sexual, el tráfico y
trata de personas, la venta de órganos, el turismo sexual, la pérdida de la
cultura originaria y de la identidad (idioma, prácticas espirituales y
costumbres), la criminalización y asesinato de líderes y defensores del
territorio”.
“Detrás de todo ello están los intereses económicos
y políticos de los sectores dominantes, con la complicidad de algunos
gobernantes y de algunas autoridades indígenas. Las víctimas son los sectores
más vulnerables, los niños, jóvenes, mujeres y la hermana madre tierra”,
continúa el texto.
Respecto a la conversión pastoral, el
documento final del Sínodo propone una
"Iglesia en salida misionera",
una "Iglesia samaritana, misericordiosa, solidaria", una
"Iglesia en diálogo ecuménico, interreligioso y cultural" que
"se lleva a cabo especialmente con las religiones indígenas y los cultos
afrodescendientes", una
"Iglesia misionera que sirve y acompaña a los pueblos amazónicos",
una "Iglesia con rostro indígena, campesino y afrodescendiente", una
"Iglesia con rostro migrante" una
"Iglesia con rostro joven" y una Iglesia "que recorre
nuevos caminos en la pastoral urbana".
En relación a la conversión cultural, el
texto indica en el párrafo 48 que “la Iglesia promueve la salvación integral de
la persona humana, valorando la cultura de los pueblos indígenas, hablando de
sus necesidades vitales, acompañando a los movimientos en sus luchas por sus
derechos".
Más adelante, en el número 55, el documento
final afirma que “la evangelización que hoy proponemos para la Amazonía, es el
anuncio inculturado que genera procesos de interculturalidad, procesos que
promueven la vida de la Iglesia con una identidad y un rostro amazónico".
En ningún momento se habla de la evangelización de la cultura ni del anuncio
directo de Jesucristo, ni de la conversión.
En lo que respecta a la conversión
ecológica, el texto señala en el párrafo 65 que “nuestro planeta es un regalo
de Dios, pero sabemos también que vivimos la urgencia de actuar frente a una
crisis socioambiental sin precedentes" y proponen caminar "hacia una ecología
integral desde la encíclica Laudato si’".
Según el párrafo 74 del documento, "el
papel de la Iglesia es el de aliada. Ellos (los indígenas) han expresado
claramente que quieren que la Iglesia los acompañe, que camine junto a ellos, y
no que les imponga un modo de ser particular, un modo de desarrollo específico
que poco tiene que ver con sus culturas, tradiciones y espiritualidades. Ellos
saben cómo cuidar la Amazonía, cómo amarla y protegerla; lo que necesitan es
que la Iglesia los apoye".
En el número 82 del texto se propone luego
“definir el pecado ecológico como una acción u omisión contra Dios, contra el
prójimo, la comunidad y el ambiente". "También proponemos crear
ministerios especiales para el cuidado de la “casa común” y la promoción de la
ecología integral a nivel parroquial y en cada jurisdicción eclesiástica",
prosigue el documento final.
El numeral 85 plantea luego crear un
observatorio socioambiental pastoral que "trabajaría en alianza con el
CELAM, la CLAR, Caritas, la REPAM, los Episcopados nacionales, las Iglesias
locales, las Universidades Católicas, la CIDH, otros actores no eclesiales en
el continente y los representantes de los pueblos indígenas. Igualmente pedimos
que en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se cree
una oficina amazónica que este en relación con este Observatorio y las demás
instituciones locales amazónicas".
En lo que se refiere a la conversión
sinodal, los participantes del Sínodo proponen “un estilo sinodal de vivir y de
obrar en la región amazónica". Para ello hacen las propuestas de ordenar a
los "viri probati", el estudio de la ordenación de mujeres al
diaconado y de forma más problemática, la creación de un rito amazónico.
A ello se suman propuestas como la del
párrafo 96 que señala que "el Obispo pueda confiar, por un mandato de
tiempo determinado, ante la ausencia de sacerdotes en las comunidades, el
ejercicio de la cura pastoral de la misma a una persona no investida del
carácter sacerdotal, que sea miembro de la comunidad".
El numeral 102 del documento resalta luego
que “es necesario fomentar la formación de mujeres en estudios de teología
bíblica, teología sistemática, derecho canónico, valorando su presencia en
organizaciones y liderazgo dentro y fuera del entorno eclesial" y en el
párrafo 108 se propone además una formación de futuros sacerdotes que incluya
"disciplinas que aborden la ecología integral, la eco teología, la
teología de la creación, las teologías indias, la espiritualidad ecológica, la
histórica de la Iglesia en la Amazonía, la antropología cultural amazónica,
etc.".
El párrafo 112 indica asimismo que “en
miras a una Iglesia presente, solidaria y samaritana proponemos: redimensionar
las extensas áreas geográficas de las diócesis, vicariatos y ‘prelazias’
(prelaturas); crear un fondo Amazónico para el sostenimiento de la
evangelización; sensibilizar y estimular a las agencias internacionales de
cooperación católica para que apoyen más allá de los proyectos sociales a las
actividades de evangelización".
El documento final propone luego crear una
Universidad Católica Amazónica y en el numeral 115 sugiere iniciar un nuevo
"Organismo Eclesial Regional Postsinodal para la región amazónica".
El numeral 120 concluye haciendo votos para
que “María, Madre de la Amazonía, acompañe nuestro caminar; a San José,
custodio fiel de María y de su hijo Jesús, le consagramos nuestra presencia
eclesial en la Amazonía, Iglesia con rostro amazónico y en salida
misionera".
27 de octubre
Homilía del Papa Francisco en la Misa de clausura
del Sínodo de la Amazonía
El Papa Francisco celebró la Misa Solemne
de clausura del Sínodo de los Obispos para la Amazonía este domingo 27 de
octubre en la Basílica de San Pedro.
Durante su homilía, el Santo Padre
reflexionó en tres tipos de oración que se describen en la Biblia: la oración
del fariseo, la oración del publicano y la oración del pobre.
“Recemos para pedir la gracia de no
considerarnos superiores, de creer que tenemos todo en orden, de no
convertirnos en cínicos y burlones. Pidamos a Jesús que nos cure de hablar
mal y lamentarnos de los demás, de despreciar a nadie: son cosas que no
agradan a Dios”, invitó el Pontífice.
A continuación, el texto de la homilía
completa del Papa Francisco:
La Palabra de Dios nos ayuda hoy a rezar
mediante tres personajes: en la parábola de Jesús rezan el fariseo y el
publicano, en la primera lectura se habla de la oración del pobre.
1. La oración del fariseo comienza así:
‘Oh Dios, te agradezco’. Es un buen inicio, porque la mejor oración es la de
acción de gracias y alabanza. Pero enseguida vemos el motivo de ese
agradecimiento: ‘porque no soy como los demás hombres’ (Lc 18,11). Y, además,
explica el motivo: porque ayuna dos veces a la semana, cuando entonces la
obligación era una vez al año; paga el diezmo de todo lo que tiene, cuando lo
establecido era solo en base a los productos más importantes (cf. Dt 14,22
ss.).
En definitiva, presume porque cumple unos
preceptos particulares de manera óptima. Pero olvida el más grande: amar a
Dios y al prójimo (cf. Mt 22,36-40). Satisfecho de su propia seguridad, de su
propia capacidad de observar los mandamientos, de los propios méritos y de las
propias virtudes, sólo está centrado en sí mismo. El drama de este hombre es
que es sin amor. También las cosas mejores sin amor, no sirven de nada.
Pero, como dice san Pablo, (cf. 1 Co 13). Y
sin amor, ¿cuál es el resultado? Que al final, más que rezar, se elogia a sí
mismo. De hecho, no le pide nada al Señor, porque no siente que tiene
necesidad o que debe algo, sino que, más bien, se le debe a él. Está en el
templo de Dios, pero practica la religión del yo. Y tantos grupos ilustrados,
cristianos, catolicos van por este camino.
Y además de olvidar a Dios, olvida al
prójimo, es más, lo desprecia. Es decir, para él no tiene un precio, no
tiene un valor. Se considera mejor que los demás, a quienes llama,
literalmente, ‘los demás, el resto’ (‘loipoi’, Lc 18,11). Son ‘el resto’, los
descartados de quienes hay que mantenerse a distancia.
¡Cuántas veces vemos que se cumple esta
dinámica en la vida y en la historia! Cuántas veces quien está delante, como
el fariseo respecto al publicano, levanta muros para aumentar las distancias,
haciendo que los demás estén más descartados aún. O también
considerándolos inferiores y de poco valor, desprecia sus tradiciones, borra
su historia, ocupa sus territorios, usurpa sus bienes.
¡Cuánta presunta superioridad que,
también hoy se convierte en opresión y explotación! También hoy lo hemos
visto, en el Sínodo, cuando hablábamos sobre la explotación de la creación, de
la gente, de los habitantes de la Amazonía, sobre la trata de las personas,
sobre el comercio de las personas/ Los errores del pasado no han bastado para
dejar de expoliar y causar heridas a nuestros hermanos y a nuestra hermana
tierra: lo hemos visto en el rostro desfigurado de la Amazonia.
La religión del yo sigue, hipócrita con
sus ritos y ‘oraciones’, pero tantos son católicos, se confiesan católicos, han
olvidado ser cristianos, ser humanos. Olvidan el verdadero culto a Dios pasa a
través del amor al prójimo. También los cristianos que rezan y van a Misa el
domingo están sujetos a esta religión del yo. Podemos mirarnos dentro y ver
si también nosotros consideramos a alguien inferior, descartable, aunque solo
sea con palabras.
Recemos para pedir la gracia de no
considerarnos superiores, de no creer que tenemos todo en orden, de no
convertirnos en cínicos y burlones. Pidamos a Jesús que nos cure de hablar
mal y lamentarnos de los demás, de despreciar a nadie: son cosas que no
agradan a Dios. Providencialmente hoy nos acompañan en esta Misa, no solo los
aborígenes de la Amazonía, también los más pobres de la sociedad desarrollada,
los hermanos y hermanas enfermos de la Comunidad de la Arca. Están con
nosotros, en el primer lugar.
2. Pasamos a la otra oración. La oración
del publicano, en cambio, nos ayuda a comprender qué es lo que agrada a Dios.
Él no comienza por sus méritos, sino por sus faltas; ni por sus riquezas,
sino por su pobreza. No se trata de una pobreza económica —los publicanos eran
ricos e incluso ganaban injustamente, a costa de sus connacionales— sino de una
pobreza de vida, porque en el pecado nunca se vive bien.
Ese hombre que explota a los otros, se
reconoce pobre ante Dios y el Señor escucha su oración, hecha solo de siete
palabras, pero también de actitudes verdaderas. En efecto, mientras el fariseo
está delante en pie (cf. v. 11), el publicano permanece a distancia y ‘no se
atreve ni a levantar los ojos al cielo’, porque cree que el cielo existe y es
grande, mientras que él se siente pequeño. Y ‘se golpea el pecho’ (cf. v.
13), porque en el pecho está el corazón.
Su oración nace del corazón, es
transparente; pone delante de Dios el corazón, no las apariencias. Rezar es
dejar que Dios nos mire por dentro, es Dios que me mira cuando rezo, rezar es
dejarse mirar dentro por Dios, sin fingimientos, sin excusas, sin
justificaciones.
Muchas veces nos hacen reír los
arrepentimientos llenos de justificaciones. Más que arrepentimiento parece una
‘auto causa de canonización’. Porque del diablo vienen la opacidad y la
falsedad, estas son las justificaciones. De Dios viene la luz y la verdad, la
transparencia de mi corazón. Ha sido hermoso y les estoy agradecido queridos
padres y hermanos sinodales: por haber dialogado durante estas semanas con el
corazón, con sinceridad y franqueza, exponiendo ante Dios y los hermanos las
dificultades y las esperanzas.
Hoy, mirando al publicano, descubrimos de
nuevo de dónde tenemos que volver a partir: del sentirnos necesitados de
salvación, todos. Es el primer paso de la religión de Dios, que es
misericordia hacia quien se reconoce miserable. En cambio, la raíz de todo
error espiritual, como enseñaban los monjes antiguos, es creerse justos. Considerarse
justos es dejar a Dios, el único justo, fuera de casa.
Es tan importante esta actitud de partida
que Jesús nos lo muestra con una comparación paradójica, poniendo juntos en
la parábola a la persona más piadosa y devota de aquel tiempo, el fariseo, y
al pecador público por excelencia, el publicano. Y el juicio se invierte: el
que es bueno pero presuntuoso fracasa; a quien es desastroso pero humilde Dios
lo exalta.
Si nos miramos por dentro con sinceridad,
vemos en nosotros a los dos, a los dos, al publicano y al fariseo. Somos un
poco publicanos, por pecadores, y un poco fariseos, por presuntuosos, capaces
de justificarnos a nosotros mismos, campeones en justificarnos deliberadamente.
Con los demás, a menudo funciona, pero con Dios no. Con Dios el truco no
funciona.
Recemos para pedir la gracia de sentirnos
necesitados de misericordia, necesitados de misericordia, pobres interiormente.
También para eso nos hace bien estar a menudo con los pobres, para recordarnos
que somos pobres, para recordarnos que solo en un clima de pobreza interior
actúa la salvación de Dios.
3. Llegamos así a la oración del pobre,
de la primera lectura, esta, dice el Eclesiástico, ‘atraviesa las nubes’
(35,17). Mientras la oración de quien presume ser justo se queda en la tierra,
aplastada por la fuerza de gravedad del egoísmo, la del pobre sube
directamente hacia Dios. El sentido de la fe del Pueblo de Dios ha visto en los
pobres ‘los porteros del cielo’. Aquel ‘sensus fidei’ que faltaba en la
declaración final.
Ellos son los que nos abrirán, o no, las
puertas de la vida eterna; ellos que no se han considerado como dueños en esta
vida, que no se han puesto a sí mismos antes que a los demás, que han puesto
solo en Dios su propia riqueza. Ellos son iconos vivos de la profecía
cristiana.
En este Sínodo hemos tenido la gracia de
escuchar las voces de los pobres y de reflexionar sobre la precariedad de sus
vidas, amenazadas por modelos de desarrollo depredadores. Y, sin embargo, aún
en esta situación, muchos nos han testimoniado que es posible mirar la
realidad de otro modo, acogiéndola con las manos abiertas como un don,
habitando la creación no como un medio para explotar sino como una casa que se
debe proteger, confiando en Dios. Él es Padre y, dice también el
Eclesiástico, ‘escucha la oración del oprimido’ (v. 16).
Cuantas veces, también en la Iglesia, las
voces de los pobres no se escuchan, e incluso son objeto de burlas o son
silenciadas por incomodas. Recemos para pedir la gracia de saber escuchar el
grito de los pobres: es el grito de esperanza de la Iglesia. El grito de los
pobres: es el grito de esperanza de la Iglesia. Haciendo nuestro su grito,
también nuestra oración -estemos seguros- atravesará las nubes.
El Papa Francisco advierte del peligro de la
“religión del yo”
Al clausurar la Asamblea Especial del
Sínodo de los Obispos para la Amazonía, el Papa Francisco advirtió sobre el
peligro de la “religión del yo”. Así lo indicó el Papa durante la Misa que
presidió en la Basílica de San Pedro este domingo 27 de octubre.
La Eucaristía Solemne fue concelebrada por
los participantes del Sínodo y contó también con la participación de algunos
representantes de la Amazonía, como fue el caso de una mujer que leyó la
primera lectura en español y de un grupo de personas que llevaron las ofrendas.
Además, el Santo Padre mencionó la
presencia de algunas personas con discapacidad que forman parte de la Comunidad
del Arca, fundada por el recientemente fallecido Jean Vanier, a quienes saludó
personalmente al final de la Misa.
“Providencialmente hoy nos acompañan en
esta Misa, no solo los aborígenes de la Amazonía, también los más pobres de la
sociedad desarrollada, los hermanos y hermanas enfermos de la Comunidad de la
Arca. Están con nosotros, en el primer lugar”, indicó el Papa.
En su homilía, el Santo Padre reflexionó en
tres tipos de oración que se describen en las lecturas de este domingo: la
oración del fariseo, la oración del publicano y la oración del pobre.
“Recemos para pedir la gracia de no
considerarnos superiores, de creer que tenemos todo en orden, de no
convertirnos en cínicos y burlones. Pidamos a Jesús que nos cure de hablar
mal y lamentarnos de los demás, de despreciar a nadie: son cosas que no
agradan a Dios”, invitó el Pontífice.
Al referirse a la oración del fariseo, el
Papa señaló que “presume porque cumple unos preceptos particulares de manera
óptima. Pero olvida el más grande: amar a Dios y al prójimo. Satisfecho de
su propia seguridad, de su propia capacidad de observar los mandamientos, de
los propios méritos y de las propias virtudes, solo está centrado en sí
mismo. El drama de este hombre es que es sin amor. También las cosas mejores
sin amor, no sirven de nada”, advirtió.
En este sentido, el Santo Padre alertó
sobre esta actitud del fariseo para advertir sobre la “religión del yo” y
añadió que “tantos grupos ilustrados, cristianos, católicos van por este
camino”.
“También hoy lo hemos visto, en el Sínodo,
cuando hablábamos sobre la explotación de la creación, de la gente, de los
habitantes de la Amazonía, sobre la trata de las personas, sobre el comercio de
las personas. Los errores del pasado no han bastado para dejar de expoliar y
causar heridas a nuestros hermanos y a nuestra hermana tierra: lo hemos visto
en el rostro desfigurado de la Amazonía”, afirmó el Papa.
De este modo, el Pontífice destacó que “la
‘religión del yo’ sigue, hipócrita con sus ritos y ‘oraciones’, pero tantos
son católicos, se confiesan católicos, han olvidado ser cristianos, ser
humanos. Olvidan el verdadero culto a Dios pasa a través del amor al prójimo.
También los cristianos que rezan y van a Misa el domingo están sujetos a esta
‘religión del yo’. Podemos mirarnos dentro y ver si también nosotros
consideramos a alguien inferior, descartable, aunque solo sea con palabras”.
Asimismo, el Santo Padre animó a realizar
una oración que nazca del corazón, al poner “delante de Dios el corazón, no
las apariencias” ya que “rezar es dejar que Dios nos mire por dentro, es Dios
que me mira cuando rezo, rezar es dejarse mirar dentro por Dios, sin
fingimientos, sin excusas, sin justificaciones”.
“Muchas veces nos hace reír los
arrepentimientos llenos de justificaciones, el arrepentimiento parece una ‘auto
causa de canonización’. Porque del diablo vienen la opacidad y la falsedad,
estas justificaciones, en cambio de Dios viene la luz y la verdad, la
transparencia de mi corazón”, dijo.
Ante esto, el Papa recordó la importancia
de “sentirnos necesitados de salvación porque es el “primer paso de la religión
de Dios, que es misericordia hacia quien se reconoce miserable”. “Recemos para
pedir la gracia de sentirnos necesitados de misericordia, necesitados de
misericordia, pobres interiormente. También para eso nos hace bien estar a
menudo con los pobres, para recordarnos que somos pobres, para recordarnos que
solo en un clima de pobreza interior actúa la salvación de Dios”, pidió el
Pontífice.
En esta línea, el Papa Francisco expresó su
agradecimiento a los participantes del Sínodo por “haber dialogado durante
estas semanas con el corazón, con sinceridad y franqueza, exponiendo ante Dios
y los hermanos las dificultades y las esperanzas”.
Finalmente, al reflexionar sobre “la
oración del pobre” el Santo Padre explicó que en este Sínodo tuvieron “la
gracia de escuchar las voces de los pobres y de reflexionar sobre la
precariedad de sus vidas, amenazadas por modelos de desarrollo depredadores. Y,
sin embargo, aún en esta situación, muchos nos han testimoniado que es posible
mirar la realidad de otro modo, acogiéndola con las manos abiertas como un
don, habitando la creación no como un medio para explotar sino como una casa
que se debe proteger, confiando en Dios”.
“Cuántas veces, también en la Iglesia,
las voces de los pobres no se escuchan, e incluso son objeto de burlas o son
silenciadas por incómodas. Recemos para pedir la gracia de saber escuchar el
grito de los pobres: es el grito de esperanza de la Iglesia. El grito de los
pobres: es el grito de esperanza de la Iglesia. Haciendo nuestro su grito,
también nuestra oración -estemos seguros- atravesará las nubes”, concluyó.
Papa Francisco confía a la Virgen María los frutos
del Sínodo de la Amazonía
El Papa Francisco invocó a la Virgen María
su intercesión para el camino posterior del Sínodo de los Obispos sobre la
Amazonía que concluyó este domingo 27 de octubre con una Misa Solemne en la
Basílica de San Pedro.
En concreto, los trabajos de la Asamblea
especial sinodal finalizaron ayer por la tarde con las votaciones del documento
final que abordó, entre otros temas, la posibilidad de la ordenación sacerdotal
de hombres casados, el estudio de las mujeres como diaconisas y la creación de
un rito amazónico.
Al dirigir el tradicional rezo del Ángelus
dominical, el Papa Francisco señaló que: “para el camino que está por venir,
invoquemos a la Virgen María, venerada y amada como Reina de la Amazonía. Quien
se convirtió no conquistando, sino ‘inculturada’: con la humilde valentía de la
madre se convirtió en la protectora de sus hijos, la defensa de los oprimidos”.
“A ella, que en la pobre casa de Nazaret
cuidaba a Jesús, confiamos a los niños más pobres y a nuestra casa común”,
pidió el Papa.
Reflexionando sobre las tres semanas que
duró el Sínodo de la Amazonía, el Pontífice relató que los participaron
escucharon “el grito de los pobres junto al de la tierra que llegó desde la
Amazonía”. “Las voces de los pobres, junto a la de tantos otros dentro y fuera
de la Asamblea sinodal -pastores, jóvenes, científicos- nos empujan a no
permanecer indiferentes”.
En esta línea, el Papa Francisco explicó
que el Sínodo “fue, como dice la palabra, un caminar juntos, confortados de la
valentía y de las consolaciones que vienen el Señor”.
“Hemos caminado mirándonos a los ojos,
escuchándonos con sinceridad, sin esconder las dificultades, experimentando la
belleza de ir hacia adelante unidos, para servir”, explicó el Papa.
De este modo, el Pontífice recordó las
palabras de San Pablo que pronunció en “un momento dramático para él” mientras
que está por ser juzgado y al llegar el momento de dejar esta vida: “el Señor
ha sido cercano y me ha dado fuerza, para que yo pueda cumplir el anuncio del
Evangelio y todas las personas lo escucharan”.
Por ello, el Santo Padre explicó que ese
fue el último deseo de San Pablo: “no algo para sí o para alguno de los suyos,
sino para el Evangelio, para que fuera anunciado a todas las personas. Esto
viene antes de todo y cuenta más que todo”.
“Cada uno de nosotros se habrá preguntado
muchas veces qué cosa buena se puede hacer para la propia vida; hoy es el
momento, preguntémonos: Yo ¿qué puedo hacer bueno para el Evangelio?”, preguntó
el Papa.
En este sentido, el Pontífice explicó que
durante el Sínodo de la Amazonía se interrogaron con el deseo de “abrir nuevos
caminos al anuncio del Evangelio” y añadió que “se anuncia solo lo que se vive
y para vivir de Jesús, para vivir del Evangelio, es necesario salir de sí
mismo”.
“Nos sentimos alentados a partir, a dejar
las costas cómodas de nuestros puertos seguros para adentrarnos en las aguas
profundas: no en las aguas pantanosas de las ideologías, sino en el mar abierto
donde el Espíritu nos invita a lanzar nuestras redes”, concluyó el Papa quien
confió a la Virgen María la continuación de este camino.