El Cardenal George Pell fue sentenciado este 13 de marzo (hora de Australia) a seis años de cárcel, tras ser condenado en diciembre de 2018 por abuso sexual de dos menores en 1996. Podrá solicitar libertad condicional después de cumplir tres años y ocho meses de su sentencia.
El juez principal Peter Kidd presentó la sentencia en la Corte del Condado de Victoria, Australia. Las palabras de Kidd fueron transmitidas en vivo durante más de 70 minutos.
El Prefecto Emérito de la Secretaría para la Economía del Vaticano ha reiterado su inocencia, y apelará su condena en junio de este año.
El Cardenal Pell, de 77 años, fue encarcelado en la Prisión de Evaluación de Melbourne, Australia, mientras esperaba los resultados de la audiencia de sentencia.
El Purpurado fue condenado por cinco cargos de abuso sexual basados en acusaciones de que abusó sexualmente de dos menores cuando era Arzobispo de Melbourne.
Este fue el segundo juicio que afrontó el Cardenal Pell, pues un jurado en un juicio anterior no llegó a un veredicto unánime. El primer jurado llegó a un punto muerto de 10 contra dos a favor del Purpurado.
Su apelación se basará en tres puntos: la confianza del jurado en la evidencia de una víctima única, la irregularidad que evitó que el Cardenal Pell presente su declaración de no culpable frente al jurado, y que no se le haya permitido a la defensa mostrar una representación visual que apoyaba su alegato de inocencia.
Otro Prelado australiano, Mons. Philip Wilson, Arzobispo de Adelaide, fue condenado en mayo de 2018 por no informar sobre las denuncias de abuso sexual infantil presentadas ante él en la década de 1970. Pero en diciembre del año pasado un juez distrital revocó esa condena, diciendo que había duda razonable de que se hubiera cometido un crimen.
Antes de que su condena fuera revocada, Mons. Wilson cumplió alrededor de 5 de los 12 meses de prisión domiciliaria a los que fue sentenciado.
La condena del Cardenal Pell ha recibido variadas reacciones. Mientras que muchas personalidades en los medios de comunicación australianos la han aplaudido, algunos han presentado serios cuestionamientos, abriendo un intenso debate en el país.
Greg Craven, vicecanciller de la Universidad Católica Australiana, sugirió que el proceso judicial fue contaminado por los medios de comunicación y las fuerzas policiales, que trabajaron para “oscurecer el nombre” del Purpurado “antes de que fuera a juicio”.
“Esta no es una historia sobre si un jurado acertó o se equivocó, o sobre si la justicia prevalece”, dijo Craven en un artículo de opinión publicado por The Australian el 27 de febrero de este año. “Es una historia sobre si a un jurado alguna vez se le dio una oportunidad justa para tomar una decisión, y si nuestro sistema de justicia puede ser escuchado por sobre la mafia de los medios”.
El Cardenal Pell fue ordenado sacerdote en la Diócesis de Ballarat, Australia, en 1966. Recibió la consagración episcopal en 1987 y fue nombrado Obispo Auxiliar de Melbourne. En 1996 asumió como Arzobispo de Melbourne.
Luego el Cardenal Pell fue designado como Arzobispo de Sydney desde 2001 hasta 2014, cuando el Papa Francisco lo nombró Prefecto de la Secretaría de Economía.
Fue parte del Consejo de Cardenales del Papa Francisco desde el 2013 hasta el 2018. El Cardenal Pell dejó de ser Prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano el 24 de febrero de este año.
Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.
